viernes, 15 de julio de 2011

Instantes

Me duele
y no me duele tanto
saberlo.
Porque antes
de las palabras
estaba tu figura
quieta,
tu mirada fria.
Me pesa
y no me pesa tanto
entenderlo,
que tus manos
ya se han ido,
que tu boca
se ha cerrado.
Me falta
y no me falta tanto
la esperanza,
tras el gesto amable,
una mentira blanca,
tras una risa encendida.
Me enoja
y no me enoja tanto,
tu figura quieta,
tus manos ausentes,
la mentira blanca;
son parte de lo mismo
como tu figura quieta,
tu boca cerrada
y esa risa encendida,
todo el tiempo
que no estás conmigo
cuando estoy contigo...

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