De repente
siento esto,
no es inspiración
y mi corazón
se sobresalta,
levanta contra mi
como un dedo
y no dice nada,
pero algo me embarga
y no es inspiración.
Yo te tuve,
igual que aquel
puñado de luz
entre los dedos;
algo tuve,
diminuto, ligero,
turbio y frágil
pero algo era.
Ahora
esto me embarga,
no es inspiración
y me lanzo
sobre este papel
para borrar todo,
hasta tu silueta
donde ahora sé
que yo, nunca,
nada tuve...
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