viernes, 20 de julio de 2012

Delirio pasajero

I
Yo pensé
que el tiempo
se había llevado
irremediablemente las palabras,
y que el pensamiento
se había fugado
juntamente con la pena,
que al rosal marchito
solo le restaban espinas.

II
Como se transforma
tu figura en verde,
como florecen nuevamente
las nostalgias en tu vientre,
y se transforman tus caricias
en rústicas palabras,
que corren por mi sangre
hasta la punta
de estos resucitados dedos.

III
Yo pensé
que la realidad
se había llevado
finalmente el sueño,
y que tu presencia
había vencido
milagrosamente los fantasmas;
y que eran rosas
lo que siguen siendo espinas.